Me pregunto ahora, entre interrogantes desatinados y el cansancio marcado en la cara, en dónde residen mis ganas viscerales de verlo. Evalúo hasta qué punto interviene la atracción química invisible.Intento normalizar mi respiración, uno, dos, tres, ya está. Sonrío casi sedada al ver imágenes experimentadas, rasguñadas y no inventadas por una imaginación aburrida de tanta actividad, me siento como en  Precious illusions video, exactamente igual, me invento otra realidad completamente distinta a lo que es, todo lo adorno e idealizo, para despues caer velozmente en todo esto . Me interrumpo abruptamente por encontrarme reiterativa, inmadura, poco innovadora y empalagosa. Me enojo, mi cinismo se siente decepcionado y abandonado, mi soledad se ve amenazada y estafada. Pero esta vez, me despeino con autoindulgencia, como imitando memorias, y sigo procesando las ansias yuxtapuestas y recicladas de probarlo tantas veces como mi energía me lo permita.