A veces, queremos tanto a las personas, que tenemos que insensibilizarnos ante eso, porque si sintiéramos de verdad lo mucho que los queremos, nos mataría.

Vueltas.

A veces la vida da vueltas sobre uno mismo. Se revuelca como se revuelcan los perros sobre las hormonas del resto de los caninos en las plazas. Se pone todo pálido, parece repetido.
Siempre parece repetido, y a veces pareciera que ciertas cosas feas como las arañas siempre aparecen en el momento menos indicado: Tarde. Las cosas definitivas aparecen demasiado tarde.

Me doy bronca y me pregunto a mi misma... Si en el cielo hay mucho sol, por qué estar con los ojos cerrados? Por qué estar con la boca cerrada generando una bomba ? Quizá debamos ser nosotros.

A veces la vida da vueltas sobre uno mismo. Se revuelca como se revuelcan los perros sobre el pasto, como desesperados, como si les picara todo el lomo. Y seguimos insistiendo. Y seguir. Seguir cerrando puertas y ganando cansancio. Partiendo vidrios y organizando circos de gente llorando toda su vida (Esa sigo siendo yo) Porque es un castigo la esperanza a veces. El sueño de un patio rosado y un jardin inmenso es un castigo. Pero como evitar la ilusión cuando se presenta? Como echarla a patadas cruelmente cuando la vemos con su cara aniñada que nos pide permiso para pasar ? 

Se prefiere entonces que la vida de vueltas sobre uno mismo como un perro alzado. Yo lo prefiero una y otra vez. Aunque la sensibilidad entorpezca la comunicación. Aunque lo que hay dentro del pecho convulsione nuestros movimientos y nos haga parecer niños.
Cuando nos escondimos tanto dentro nuestro que podemos bailar y armar cositas con papel sin que nadie nos vea (porque no queremos). Aunque se nos caigan las púas en medio del tema y seamos expertos en distracción.  Aunque lloremos por el temblor para siempre, aunque el estupor nos saque el pestañeo. Aunque resignarlo todo sea la mejor opción siempre. Sigo eligiendo que la vida de vueltas sobre mi misma.

Porque así se ama mejor. En todos los términos y todas las letras. 

Y así voy a amarlo mejor. Por suerte o por mala hace tiempo aprendí a pedir perdón. Por haberme equivocado humanamente, y así, humanamente, voy a amarlo mucho mejor.

Creo. Voy a amarlo mucho mejor.