lunes, 28 de febrero de 2011

Dulce de Leche Cósmico.

De vez en cuando me agarran ataques de "locura" sin ningún motivo aparente; alegre por demás sin ningún grado de alcohol en sangre, en esos momentos mis amigos no me quieren sacar mucho a la calle, les avergüenzo pero igual me bancan, igual me pasean... (Aiii Los quiero!, como diría Su Gimenez)
Hace unos días fuimos todos a cenar, y mas tarde a la heladería... cuando fue mi turno para pedir helado.. seriamente le dije al Señor Heladero: "No podes hacer un helado que se llame dulce de leche cósmico??" a lo que el heladero respondió que podría ser, con su característica simpatía luego de lograr salir de su estado de sorpresa, mientras mis amigos se reían atrás en parte por lo gracioso, en parte por vergüenza. 
En fin... Estuvimos pensando en que tendría de especial este dulce de leche para llevar semejante nombre, se acuerdan de los chupetines con forma de patitas, que traen un polvito mágico y estallaba en la boca? Bueno, así seria el dulce de leche cósmico, no solo puede sino que debe ser así. Lo exijo ! 

Ahora cuando vaya a la heladería voy a decir como si fuera lo mas mundano... "Dame un helado de dulce de leche cósmico" :) 

sábado, 19 de febrero de 2011

Un año sin vos.

UN año.

12 meses.
52 semanas.
365 días.
8760 horas.
525600 minutos.
31536000 segundos.

Cualquiera diría que es un tiempo considerable para cualquier cosa -y eso me incluía- ya que nada puede ser tan difícil como para no ser superado en un año.
Me equivoqué.
Un año es muy poco tiempo
... Un año.
 Hoy hace un año que no lo veo, que no lo puedo abrazar, que no puedo escuchar su voz... Hoy no tengo ganas de nada,
Aproximadamente a las 16:30 del día de hoy, hace un año nos despedíamos. Un corto -y al mismo tiempo largo- año. Yo que había empezado a traumarme con perderlo finalmente lo perdí. Ahora estoy viviendo mis peores temores y tengo que nadar en ellos tratando mediocremente de no ahogarme, pero al menos estoy nadando.
Poco a poco me dicen...
Un año medio raro y de a tres.
Seguir adelante nunca me pareció una proeza como hasta ahora, pero ahí vamos andando.
Te nombro y recuerdo todo el tiempo, todos los días, te juro papá que no quiero que nadie se olvide de vos.

viernes, 18 de febrero de 2011

El que abandona. El que es abandonado. El que llama. El que deja de llamar. Todos repitimos las mismas frases hechas. Somos la misma figurita pegada en un álbum diferente cada vez que conocemos a alguien que nos gusta. Cada vez que tenemos ganas de conocer a alguien que nos gusta.

Cada vez que volvemos a empezar.

Cada vez que volvemos a terminar.