domingo, 28 de marzo de 2010

Run away

Me duele el alma, pero no puedo llorar. Después de tanto pensar y reflexionar me acorde de sus palabras ese último día que nos vimos cuando me insinúaron "salí de mi vida", pero no tuve miedo. Me dijeron que era definitivo y directamente dijo que otra me sacó de mi lugar, pero yo no estaba mal por mi, sino por él.
Papá, estaba inmunizada a nuestras peleas y al dolor que me causába, no te preocupes por mí. Ya sé que no podías manejarme ni tenías ganas de saber hacerlo, entiendo que te sentías solo y que “necesitabas” a la persona que arruinó mi vida a tu lado, pero eras mi papá y te necesitaba como tal, necesitaba que siempre estés conmigo como lo habías hecho todos los días desde el 23 de Noviembre de 1991, necesitaba que actúes como adulto para yo poder actuar como adolescente, necesitaba que me pongas en el lugar de hija que me merecía y que me cuides, simplemente eso.
Todo este año me sentí tan desprotegida, pero ya me había cansado de que mi coraza sea tan golpeada, estoy cansada de ser fuerte y aguantar todo, estoy harta de actuar como adulta cuando no lo soy. Necesito ser una nena, me dejan?
Esto de ser adulto cuesta sangre, sudor y lágrimas, literalmente. Que bizarro. De alguna manera ahora espero que me cuides todo lo que merezco, que me veas y me guies, que estes conmigo de la forma que vos quieras… y que de a poco me ayudes a sacarme el vacío que me invade desde el 19 de Febrero, cuando alguien o algo decidió terminar con tus malos días y darte esa paz de la que tantos hablan.

No hay comentarios: